El borde oriental de la provincia de Málaga enlaza con la de Granada a través del municipio de Nerja, que no sólo es el núcleo turístico más importante de la Costa del Sol Oriental, sino el que también presenta el paisaje costero más atractivo de todo el litoral malagueño, ya que las faldas de la Sierra de Almijara irrumpen en el mar de una manera bravía, inusual en esta zona mediterránea, y conforman una línea costera muy accidentada. Este entorno litoral ha sido declarado Paraje Natural de los Acantilados de Maro-Cerro Gordo, que alberga una serie de pequeñas calas vírgenes de dificultoso acceso pero de recomendable visita.
Esta cueva combina su propia belleza natural con las pinturas rupestres. La cueva tiene una longitud de 4.283 m., pero solamente se puede visitar un tercio de ella, concretamente, la zona denominada Galerías Bajas. La importancia de esta cueva reside en que posee casi todos los tipos de formaciones naturales que se conocen. Además, es fácil el acceso para el visitante debido a la amplitud de sus salas y la gran altura de éstas. De todas las cámaras cabe destacar la del Cataclismo, donde se puede comprobar la huella de un movimiento sísmico que tuvo lugar en la zona hace 800 mil años. También es posible contemplar pinturas rupestres antropomórficas en la Sala de la Torca, y representaciones simbólicas y de animales en la Sala de los Fantasmas. En la primera cámara, la del Vestíbulo, el visitante puede observar una vitrina con restos humanos, cerámica, útiles. En la Sala del Belén aparece un enterramiento del 6.300 a. C. Para contemplar unas vistas fabulosas de las estalactitas y estalagmitas de esta cueva, lo mejor es visitar el mirador que se encuentra en la Sala del Colmillo del Elefante.